Esclerodermia
¿Esclerodermia?
La esclerodermia es una enfermedad autoinmune crónica que causa el endurecimiento y engrosamiento de la piel. En algunos casos, también puede afectar órganos internos, vasos sanguíneos y articulaciones. Su gravedad varía desde formas leves hasta manifestaciones más complejas que requieren atención especializada.
¿Por qué ocurre la esclerodermia?
El sistema inmunológico ataca por error los tejidos del cuerpo, provocando una producción excesiva de colágeno, lo que lleva al endurecimiento de la piel y otros tejidos. Aunque la causa exacta no se conoce, factores genéticos y ambientales pueden influir en su desarrollo.

Síntomas principales

Los síntomas pueden ser diferentes en cada persona, pero los más comunes incluyen:
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Endurecimiento y engrosamiento de la piel, especialmente en manos, rostro y extremidades.
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Cambio de color en los dedos ante el frío o el estrés (Fenómeno de Raynaud).
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Dolor o rigidez en las articulaciones.
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Dificultad para tragar o problemas digestivos debido a la afectación del esófago.
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Dificultad para respirar o fatiga si los pulmones están involucrados.
¿Cómo se diagnostica la esclerodermia?
El diagnóstico se basa en:
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Historia clínica y exploración física para evaluar el endurecimiento de la piel y otros síntomas.
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Pruebas especializadas para analizar el estado de los órganos internos si es necesario.
¿Por qué es importante acudir con un especialista?
La esclerodermia no tiene cura, pero un tratamiento oportuno ayuda a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida.
Si notas endurecimiento de la piel, cambios en los dedos con el frío o molestias articulares, es importante consultar a un especialista para un diagnóstico preciso y tratamiento adecuado.
